martes, 29 de noviembre de 2011

UN DIA EN ORCHHA



Orchha ramma
Radha y Krishna


Orchha, pueblo tranquilo donde los haya.

Tranquilo hasta que Radha o Krishna dicen que deja de serlo.






Vendedor callejero
Llegamos a este pueblo buscando la tranquilidad y fueron muchas las personas que nos dijeron que llegaban las fiestas a este pueblo. Hoy es el día. Radha y Krishna se casan, como cada año por estas fechas y lo que es un pueblo tranquilo de 8000 habitantes se duplica hasta los 20000. Cosa que no sería preocupante si este pueblo tuviese más de cuatro calles.






Parada técnica
Esta mañana, tras la parada técnica de ayer en la que pusimos casi al día el blog y limpiamos toda la ropa que estábamos a punto de incinerar, salimos de casa. Aunque parece otra cosa la limpieza la hice yo y las pedí que se pusieran para la foto. Tras desayunar unos chapatis rellenos de queso y tomate, muy malos, por cierto.










Pilar nos cuenta su experiencia:

"La cosa fue de la siguiente manera, estaba yo limpiando cuando comenzó a oler ligermente a mierda, lo cual era extraño ya que limpiábamos ropa. Poco a poco el olor se fue intensificando, era ilógico que oliese tanto. Después de mirar en todos los rincones del baño y comprobar baldosa por baldosa que no había rastro alguno de mierda se me ocurrió mirar en la taza del water. Para mi sorpresa en el fondo asomaba silencioso un zurullo que había estado acechándome hasta aquel momento. Tal fue mi sorpresa y mi espanto al no saber que hacer con la cosa. Entonces caí: -Hostia!!!, la física!!!! las presiones!. Todo el agua que habíamos derramado por el sumidero que estaba detrás del water había subido por la bajante (ahora subiente) del mismo, haciendo progresar el mojón   hasta acabar flotando en el agua como en su situación inicial (después de haber salido del culo de alguien). Tras intentar con unos cubos de agua devolverlo a la bajante sin conseguirlo, opté por cerrar la tapa y seguir lavando con más jabón".

En el palacio todo el mundo caga

Nuestra primera intención del día era ir a darnos un baño al rio que pasa por el pueblo. Los lugareños dicen que está el agua limpia pero también dicen que se puede beber agua del grifo y si lo hiciéramos no saldríamos del water ni para ir a dormir. De todas maneras nuestra intención de la primera hora de la mañana era esa.





A eso de las 12 estábamos paseando por el centro del pueblo, lo que llaman el mercado. El mercado es un calle por donde no entran las vacas, cosa rara. Esta calle tiene a penas 50 metros de largo y tiene a un lado comercios y puestos de comida rápida y al otro todas las tiendas de productos dulces, donde elaboran los pasteles y los venden. Allí habíamos quedado con un chico de Michigan, Misouri o algo empezado con "M". La cosa es que era americano, un tipo muy majo que estaba estudiando en Pune, una de las mejores universidades de India que se encuentra cerca de Mumbay. el chico no apareció por problemas técnicos, nos vimos más tarde y nos despedimos de él ya que se iba este mismo día de vuelta a USA.

Orchha palacios
Entrada a la fortaleza de Orchha
Como el plan de ir a darnos un baño se había quedado en proyecto nos fuimos a ver el palacio del rey que se encuentra en el interior de la muralla. La fortaleza tiene varias zonas. La primera es la más antigua, la siguiente era la residencia del monarca y data del siglo XVI, otra más allá es un hotel y actual residencia del dueño de todo esto y más allá hay un edificio enorme que el rey construyo para sus amigos con unas vistas increibles. Un pequeño edificio pone fin a todo el conjunto de edificios, las caballerizas, caballerizas para camellos, digamos que eran las "camellerizas".



Gala con el guía
Como en muchos otros lugares aquí también los funcionarios tratan de hacer su pequeño bussines a costa de engañar a su jefe y sacar un poco de dinero extra de los turistas. La entrada a todo el recinto cuesta 250 rupias por persona. Si contratas al guía de la puerta de estranjis te sale por 150 rupias por persona y la cámara la pasas por la patilla. Encima el funcionario en cuestión te acompaña y te da una master clase mientas te acompaña por el lugar. Todo en inglés indio, del que se entiende, inglés como el nuestro, de trinchera.







Orchha palacio 1
Palacio real
Pasamos por todos los pabellones del recinto y subimos a lo más alto de ada uno de ellos. Patios enormes donde el rey recibía a sus invitados mientras disfrutaban de los bailes de las mejores bailarinas del lugar. Hombres a un lado y mujeres a otro.

El palacio de los invitados es un edificio más grande que el palacio del rey y fue construido por dos arquitectos, uno musulmán y otro indio. Se puede ver la influencia de cada uno de ellos en la edificación. La decoración de Swastikas típica india se superpone con medias lunas y hay una mezcla de colores que va del azul y verde al rojo de la piedra.





Orchha palacio 2
Palacio de los colegas
del Rey
Los edificios están un poco deteriorados pero es muy divertido recorrer los largos pasillos que unen estancias o bajar bajo todo ello a lo que en su día fue el almacén del palacio, oscuros como el sobaco de un grillo. Llevábamos linternas porque estábamos informados de como era el tema.

En seguida nos hicimos coleguitas del guía que de vez en cuando decía mirando las fachadas "muy bonito". Al final terminamos con él quedando para tomarnos al día siguiente unas garimbas sacadas baratas por algún colega suyo. Aquí las birras cuestan en torno a 120 rupias, algo menos de 2 euros y nos tomamos una muy de vez en cuando porque son caras. Si sabes donde comprarlas y eres de la zona la sacas por 50 o 70 rupias, la diferencia es considerable.




Orchha patatas
Potato callejero, riquísimo!!!
Más tarde nos fuimos a comer un poco de Pakora (pasta de patata con chiles picantes y alguna cosa más que puede ser pasta de garbanzo), unos Somosa (empanadillas de vegetales diversos) y Potato ( como su nombre indica es patata con garbanzos y salsas picante y dulce a base de miel). Sobra decir que está todo acojonantemente bueno, hecho hemos cenado lo mismo. Cuatro piezas de somosa, 3 Potatos y un plato de Pakora nos han costado 140 rupias, algo más de 2 euros. Nos hemos puesto hasta las trancas.



Mientras comíamos hemos conocido a un vendedor de una tienda que estaba como loco por saber español. Con él hemos echado unas risas y aprendido a decir alguna palabra. Nos hemos tomado unos chais con él rodeados en algunos momentos por más de 50 personas. eso ha sido hasta que ha llegado la policía y nos ha pedido que no nos quedáramos allí porque estábamos colapsando la calle y hoy era un día muy especial.



Orchha puesta de sol
Puesta en Orcha, sobre el rio



De ahí nos hemos ido a ver atardecer al rio. más de lo mismo, gente y gente que nos rodea esperando darnos la mano o echarse una foto con nosotros, hemos perdido la cuenta de la cantidad de gente que con su movil nos han fotografiado o nos han pedido una foto. El atardecer en el rio ha sido una pasada total. El sol se ha escondido detrás de un templo que iremos a ver mañana.


Orchha gala pilar y el chico
Gala, Pilar y el chaval del cartel


De vuelta nos hemos ido a ver un templo que está junto al mercado. Tenía una planta muy parecida a nuestras iglesias y catedrales y no había mucha gente dentro. Allí se nos ha pegado un chaval que tenía cierto retraso y era sordo. Nos ha dado un poco la chapa y solo se ha ido cuando hemos hecho lo que tantas veces se hace aquí si quieres que te dejen en paz, soltar diez rupias!!!. Eso si, al rato hemos visto a este mismo chico y había hecho una gran inversión con las diez rupias, se había comprado un pajarito para poner el la boca y soplar para hacerlo sonar o tirar agua con la parte de pistola de agua, no me quiero ni imaginar la combinación que sale de todo eso.



Orchha guapo
El guaperas
Eso es lo que vale tu tranquilidad. El problema está muchas veces no en pararte con un indio sino en ver que se empieza a arremolinarse la peña a nuestro alrededor. Los curiosos ven que hablamos con un indio y ya todo el mundo quiere hablar contigo, a veces es una locura!!!!!. en este templo hemos conocido a un tipo que por sus pintas vivía en la calle, parecía un aspirante a monje o algo así. Sus pies eran pequeños y gordos, ligeramente retorcidos y su piel era muy oscura. Era un guaperas de la leche, con unas barbas largas y un pelo grasiento como para hacerte un huevo frito y sobrarte para una tortilla de patata. El chaval era muy majo y terminó pidiendo sus rupias como no podía ser menos. Lo bueno es que le hice unas fotos, juzgar por vosotros mismos y abstraeros de la mierda que lleva encima. Imaginarlo subido a una pasarela con ropa de Loewe y después de tenerlo en agua caliente durante un buen rato en un maravilloso baño de burbujas. El agua utilizada ni para regar los campos, es tóxica seguro.






Orchha fiesta
Indios dándolo todo
De ahí nos fuimos a ver otra vez al hombre de la tienda, al vendedor que quería hablar castellano. Con él hemos pasado un par de horas averiguando precios y viendo muuuuuchas cosas que en España valen un pastizal. Mientras estábamos con él nos decía "hoy es el día en el que Ramma se casa". Cuando hemos salido de allí nos hemos encontrado en medio de la locura total. Gente bailando casi en extasis, moviendo los brazos como si estuvieran pisando un cable pelado de alta tensión, pegando botes y dándose empujones mientras simulaban una boda. escribo esto en el hotel y se escuchan aún los altavoces a todo lo que dan. Superando la distorsión y el volumen que un oido humano puede aguantar en varios cientos de decibelios.
Todo esto aderezado con caballos que arrean
con un cable para que peguen botes y se revolucionen entre la multitud.

Durante un momento pasamos un poco de cague, caminábamos a contra corriente entre miles de personas que nos querían tocar, saludar o pasear a nuestro lado. Empujones, pisotones y mucha mucha policía nos hicieron desistir y por un rato estar junto al matrimonio y una bailarina transexual que bailaba poseida por algún espíritu bailongo.

Conseguimos salir de entre la multitud y aparcarnos en un lateral, junto a un hombre que allí había. Tras unos minutos fuera del peligro regresamos a comer al puesto callejero. Cenamos en el interior del comercio, en un pasillo en el que debía haber cucarachas con publicidad en los costados por su tamaño.


Orchha tatu
Tatuando "amor de madre india"

De allí nos fuimos de retirada no sin antes ver otro espectáculo callejero. Dos chavales sentados en el suelo tatuaban con una máquina rotativa hecha por ellos a todo el que tuviera unas rupias. Los tatuajes carceleros que hacían eran de cárcel para ellos. Eso si, las medidas de seguridad e higiene que usaban eran extremas, limpieza absoluta. Bueno, no. Más bien lo hacían en el suelo, entre la basura, rodeados de mil cabezas que metían la nariz hasta posarla sobre la aguja. Una aguja que era la misma para todos. Daban unas ganas de tatuarse que alucinas... bueno, siempre y cuando quieras morir de una hepatitis, sida o polimorfondurritis. Mientras se tatuaban nos miraban sonriendo como diciendo "bua tio, mira lo que me estoy haciendo colega!!!!". Si, lo vemos, te estás suicidando!!!!

Sin dar la extrema unción nos hemos ido de allí buscando la paz del hotel. No sin antes volver a meternos en medio del mogollón. Allí casi hemos sido pisoteados por caballos a los que arreban una y otra vez. Gala casi cae en una acequia lateral llena de mierda hasta la altura de la rodilla. Vamos, que si cae allí lo mismo la dejamos y no la tocamos ni con un palo.

Al final y tras una larga hora hemos conseguido coger el camino que lleva a nuestro hotel.

Un día muy divertido que ha dado para mucho. :)

lunes, 28 de noviembre de 2011

AGRA. UN MONUMENTO AL AMOOOOOORL :)

El último día en Agra fue perfecto. Salió todo increible. Nos levantamos temprano, aunque habíamos puesto el despertador a las 5 algo hizo que no sonara hasta las 5:30. Nos duchamos y nos fuimos para la puerta sur del Taj Mahal. Hacía bastante fresco y nos colocamos últimos en la cola. La mujeres en un lado y los hombres en otro. La cola no era muy larga pero tuvimos que esperar a pesar de que se suponía que por esa puerta se podría entrar a las 6.
Agra
Cola de entrada llena de guiris
Las medidas de seguridad eran como poco curiosas. Antes de llegar al recinto del Taj Mahal hay que pasar un par de controles donde hay policías que están más pendientes del frío que de los visitantes.
La cola de entrada empezó a moverse y nos fuimos aproximando a la entrada con el dinero en la mano. A pocos metros de la entrada nos dimos cuenta que era necesario comprar la entrada en otro lugar. Una cuesta enfrente de la entrada sur de 10 minutos ida y otros 10 de vuelta. Salimos de la cola como pudimos ya que estábamos metidos entre barrotes como el ganado.


Empezamos a subir la cuestecilla a buen ritmo, siendo conscientes de que para cuando entrásemos el Taj Mahal estaría lleno de gente. Cuando llevábamos unos metros se nos acercó un tuctutero de pedales que nos invitó a subir a su máquina por escasas 80 rupias. "venga tio!!!!, que no somos nuevos, que sabemos como va el tema, te damos 30 y a correr"Puso cara de que no pero aceptó en pocos segundos. Nos subió la cuesta no sin recibir un poco de ayuda nuestra a modo de empujones que agradecía con una sonrisa.
Llegamos a la venta de tickets y compramos 3 entradas. 750 rupias por persona. Hacen un bussines de flipar y se hicieron los locos con las vueltas. Siempre estan igual, no te roban pero están al descuido, al olvido, y cuando les llamas la atención te miran sonriendo ofreciéndote tu dinero con una mano, son la caña, dan ganas de cagarse en todo.

Nos montamos en el tuc tuc de pedales al grito de "dale caña Indurain que esto es ahora cuesta abajo!!!!!" y nos bajó a toda caña, dejándonos a pocos metros de la puerta, en el control policial.

Agra Taj Mahal
Ya no había cola y pasamos rápido por el detector de metales. Detectores de metales que no sirven para nada, pitan de manera permanente con un sonido de spectrum que es una risa que te pasas, lleves o no lleves metal. Total para pasar a otra zona donde un policía bien arreglado y con bufanda te mete mano, te saca el tabaco y todo lo que considere y te lo tira delante de tu morro a la basura. Si uno se aleja un poco puede ver como cuando piensa que te has ido recoge el tabaco y lo reparte entre los colegas, tienen más morro que un Michael Jordan cantando el "Only you".






Agra Taj Mahal
Entrada frente al Taj Mahal
La entrada sur del Taj Mahal es muy bonita, como hemos dicho antes se supone que abre un poco antes que el resto de las puertas y no tiene un paseo larguísimo hasta la puerta como le pasa a la entrada norte, más de 20 minutos andando.

Una vez dentro del recinto se pasa otra puerta, aquí se une toda la gente que entra de la entrada norte, Oeste y sur. Esta puerta interna es de color rojo y es muy grande. Cuando la traspasas te encuentras de frente con el Taj Mahal. Aquí la gente se cambia de ropa y se ponen atuendos indios para la foto de rigor.



Agra Taj Mahal
Los tres en el Taj
Luego espera un camino de unos 300 metros hasta el Taj Mahal. A medio camino hay una especie de pedestal donde todo el mundo se hace fotos. Queda un poco más alto que el resto y es un lugar perfecto. Pedimos a un francés que nos tirase una a los tres juntos.

Al entrar en el Taj Mahal tienes dos opciones, descalzarte o ponerte unas fundas en las botas. La primera opción a las 6 y pico de la mañana no es muy buena ya que todo el suelo es de mármol y está frio.







Agra Taj Mahal
Interior del Taj Mahal


En la puerta del Taj Mahal se encuentra mucha policía armada y el interior del Taj Mahal se encuentra oscuro y sin iluminación, solo la que entra por las cuatro puertas que dan acceso al mausoleo. En el interior no se pueden hacer fotos pero a modo de escaqueo las hicimos. El interior del edificio es muy pequeño, desde fuera se ve enorme pero por dentro es enano.







Agra Taj Mahal
Puerta lateral desde el Taj Mahal



Todo el mármol está tallado con incrustaciones de piedras de la zona. Hay que tener en cuenta que todo el Mármol del Taj Mahal se trajo de Udaipur que está a cientos de kilómetros de aquí. Cuentan que se trajo en elefante y camello.





Des uno de los jardines
Fue una gran experiencia en la que nos acordamos de mucha gente. El Taj Mahal estaba semicubierto por la niebla de la mañana y había un silencio a pesar de toda la gente que era genial. Los jardines estaban arreglados y había gente limpiando con escobas indias. Estuvimos casi dos horas y volvimos cerca del hotel a desayunar.

El desayuno nos lo sirvió una niña que no hablaba nada de inglés. Bueno, digamos que no hablaba nada de nada. Se mantenía en silencio sin decir nada.



Llegamos a nuestro hotel e hicimos las maletas para salir, fuera estaba esperándonos el tuctutero del día anterior. Habíamos quedado con él y pensábamos que nos haría un buen precio. Nos lo hizo, pero para él. Nos pidió 600 rupias por darnos una velta por Agra y acercarnos a la estación de bus.
600? ni de casualidad, eso son varios días de hotel, dos o tres y era lo mismo que el precio de entrada del Taj Mahal. Le dijimos que no, que era muy caro, que lo máximo que estábamos dispuestos a pagar era 200 rupias. Cambió todo el itinerario y nos llevó por tiendas en las que se llevaba comisión. Primero un lugar donde se tallaba el mármol y en el que nos reimos mucho. Empezaron enseñando mesas de mármol negro con incrustaciones de varios miles de euros y terminaron por enseñarnos elefantitos de mármol mal tallado que no llegaba a los 5 euros. Ellos se dieron cuenta enseguida que no pensábamos gastar ni un duro pero fue tan grande la vergüenza que Pilar, entre risas, se decidió por una pieza pequeñita. Ellos se quedaron contentos y nosotros salimos con vida de allí.

La siguiente parada fue una joyería. Pasamos allí dentro casi dos horas hablando con el dueño, entre "chais" y regateos. Y salimos de allí con varias cositas a precio razonable.

amigo david
Con Manoj en el bus
Fuimos a la estación de bus a por un autobús público que nos llevara a Gwalior, un pueblo cercano a Jhansi. En este trayecto conocimos a Manoj, un chaval de 20 años que tenía una novia guapísima que nos enseñó por el móvil. Estaban prometidos y se iban a casar en un par de años. Era un chico bien situado economicamente y culto. Había ido a la universidad y tenía un buen trabajo en una buena empresa.
Nos hicimos unas fotos juntos y nos acompañó hasta la estación de trenes que se encontraba en las inmediaciones de su casa. Allí nos contó muchas cosas interesantes, por ejemplo el hecho de que los indios no pueden fumar en ninguna parte pública pero los occidentales si. Que hay hombres armados que van por la calle que nos son policías y que en esta zona se producen robos a extranjeros e indios. También me aseguró que a mi nadie me intentaría atracar porque era muy grande. Mejor.

Esperamos al tren que nos llevaría hasta Orchha. El tren llegó con casi una hora de retraso y cuando subimos a este nos tocó ir de pié. Fuimos la atracción del vagón.

Manoj nos dijo antes de despedirse que había llamado a su mejor amigo de Jhansi y le había dicho que no pagáramos más de 300 rupias por un tuc tuc de Jhansi a Orchha.

De Manoj nos despedimos con un abrazo y agradecimientos por lo bien que se había portado con nosotros, nos dijo que teníamos en Gwalior a un amigo para toda la vida.

tren
Estación de trenes de Gwalior
El tuc tuc a Orchha nos costó 200 rupias tras un regateo intenso pero breve. Llegamos a un hotel que teníamos de referencia y nos fuimos a dormir tras una charla entre risas con uno de los empleados que se llama Chin cu. Un chico que tiene una cabeza muy bien amueblada con 19 años. Este hombre ha dado vueltas por toda India, duerme en un colchón en medio del comedor y dice que ni a le le gusta la escuela ni a la escuela le gusta él. Habla un inglés perfecto que ha aprendido hablando con los extrangeros y chapurrea alguna palabra en castellano. Cuando hablamos entre nosotros él se queda escuchando y da la sensación de que aprende a cada segundo. Es muy buen chaval con una personalidad brutal.

Nos quedaremos en Orchha un par de días o 3. Orchha es un pueblo que en su día tenía 86 templos. Hoy desde una de las ventanas de la Guest Hause se puede ver alguno de estos en estado ruinoso.

Seguimos bien y nos lo pasamos mejor, Está claro que las cosas suceden por una simple custión de Karma. Vamos siempre de buen rollo con todo el mundo y la gente se percata de ello y nos tratan con la misma intensidad que nosotros a ellos, siempre slen las cosas bien y nos estamos convirtiendo enunos expertos regateadores.

Hoy toca parada técnica en Orchha, limpieza de ropa y puesta al día.

Saludos y abrazos para todos. :)

sábado, 26 de noviembre de 2011

BAJANDO EL GRAN GANGA

Grandes días de movimientos estratégicos!!!!!!!!!!

Mercadona indio
Comimos por última vez en Rishikesh, nos despedimos de quien pudimos y nos quedamos con las ganas de hacerlo de los dos piezas de barcelona, Pera y Aitor. Nos dio mucha pena no despedirnos de ellos ya que pasamos buenos momentos de risas. El día anterior a nuestra marcha habían tenido una grandísima idea para el día siguiente. Los fumetas siempre tienen una gran idea para el día siguiente, siempre, el problema es que al día siguiente siempre tienen otra buena idea para el siguiente y así sucesivamente, al final terminan por no hacer nunca nada y tener siempre unos magníficos planes de futuro que jamás realizan. La cosa es que para el día que nos íbamos tenían pensado ir a pescar al Ganges, iban a usar como cebo pan bimbo, unos cracks. Es sabido por todo el mundo que el pan bimbo les pirra a los peces del ganges y se tiran como leones sobre crías de ñú al pan de molde. Por la tarde tenían pensado ir a hacerse unos dijaridus con un tipo que habían conocido. Estamos seguros que no fueron a desayunar con nosotros porque ni siquiera se levantaron de la fumada del día anterior. Eran unos tios super majos con una chispa enorme que seguramente no salieron del hotel en todo el día, ni a pescar ni a hacer instrumentos exóticos.

india amigo
Viky, el Jason Bieber de India

Salimos por fin a eso de las nueve y pico en un tuc tuc hacia la estación de Rishikesh. De allí cogeríamos un autobús dirección Haridwar. Haridwar posee estacion de trenes y nuestro tren salía de allí rumbo Delhi a las 11 y media de la noche. En el autobús que nos llevaba a Haridwar conocimos a un chavalito de 20 años llamado Viky, así se hacía llamar. Corte de pelo a lo Jason Beaber y loock americano a tope. Hablaba inglés perfectamente y echamos unas risas con él. En Haridwar se bajó del autobús una chica de Madrid, estaba en la india recibiendo lecciones de canto. No entendimos muy bien que tipo de canto practicaba y tampoco nos hizo ninguna demostración pero arreglamos el mundo un rato mientras cenábamos antes de la salida de nuestro tren.


Era la primera vez que cogíamos un tren en India y teníamos bastante curiosidad por ver como era el asunto.  

EL TREN: 

tren indio
La locura de tren
La estación de trenes era un auténtico caos. La gente dormía en el suelo tumbada sobre emboltorios de productos tipo bolsas de patatas o similares. Familias enteras, cientos de personas. Algunos más preparados que otros para ese rato de descanso en espera de su tren, otros a penas con una manta que los tapara y otros que no esperaban ningún tren, simplemente se trataba de su vivienda habitual. En medio de todo el mogollón de gente dejaban un pasillo de un metro y medio para que las cientos de personas restantes pudieran tener acceso a su bagón. Las paredes de la estación estaban llenas de mugre y se repetía algo que suele ser normal en todas las paredes de India.






tren indio 2
Nino enfermo que iba en el tren
Aquí las paredes suelen estar bastante sucias, tienen la pinta de haber sido pintadas una sola vez desde que se contruyera la pared y desde el suelo hasta una altura de un metro y pico se tiñen de rojo. Esto se debe a que los indios mastican tabaco que les tiñe de rojo los dientes y cuando acumulan mucha saliba en la boca la expulsan con pequeños salibazos que escapan entre sus dientes. Ese líquido tan desagrdable si toca tu ropa se agarra para no desaparecer jamás. Lo sabemos porque en uno de los trayectos que hicimos en autobús días antes el hombre que iba en la litera superior escupió por la ventana y nos mojó la cara y la ropa. Al principio pensamos que era agua pero el color rojo en nuestras camisas blancas nos hizo temer lo peor.



La espera en la estación se hizo corta, nos esperaban más de diez horas metidos en un bagón. El andén estaba lleno de gente cuando llegó el tren y la gente empezó a correr para coger sitio. Aquí la gente a la hora de entrar en un bagón es capaz de entrar por las pocas ventanas que no están enrrejadas, es todo un espectáculo. Teníamos los asientos 14, 15 y 16 en el bagón S3. Entramos tras luchar con unas gitanas indias que iban de un bagón a otro y te empujaban para pasar primero. Nuestro bagón estaba lleno y ocupamos nuestras literas, las únicas que estaban vacías allí dentro. De pie en medio del bagón se podía observar un movimiento sospechoso bajo los asientos. Al principio pensamos que eran cucarachas, luego nos dimos cuenta que no podía ser así puesto que las cucarachas estaban encima de las literas y en las paredes de estas. Lo que por el suelo había eran ratones. Unos ratones que cruzaban el pasillo a gran velocidad suponemos que en busca de comida. recordemos que aquí la palabra mantenimiento no existe. Aquí empresas de limpieza como EULEN no tendrían futuro. Nadie los contrataría. Los autobuses son un ejemplo claro de esto. Es evidente que nadie les ha pasado nunca un paño y la mierda, que no mugre, se acumula capa sobre capa. Los cristales en muchos casos son traslúcidos y ni por asomo se puede ver el exterior del autobús. en el tren pasa igual.
El mismo chaval con su familia. Se ponen 35 personas por cama, es una pasada.


Da un poco de asco pero es que luego, después de pensar donde me he metido, te pones a hablar con los indios y son tan majos... que se te olvidan ratones, cucarachas y mierda incrustada. aquí el mister proper terminaba en un manicomio y sería calvo por estres. Nos acostamos en las literas. Eran frías y duras como un cacho de mármol, las ventanas, como siempre están mal diseñadas y dejan pasar todo tipo de inclemencias, sobre todo viento frio y humedad. Sobre nuestras cabezas el aire acondicionado. Sistema innovador donde los haya. Tres ventiladores último modelo del año 64 llenos de mierda como no te puedes hacer una idea. Nuestro temor era que se pusieran a funcionar y toda esa mierda acumulada en su parte superior se expandiera líbremente sobre nosotros. Nos costaría la vida, solo a los guiris que allí estábamos, ellos están acostumbrados.

Una vez tumbados en nuestros respectivos catres empezó la sonata en si bemol apertura 35 de la orquesta sinfónica de Delhi. Al unísono más de 30 trompetas roncadoras ponían la banda sonora del lugar. Eso acompañando a los pitos del tren y al sonido del tren sobre las vías. Si encima unes todo eso a los ratones y cucarachas que seguro pasaron por nuestras caras hacían de esa noche la noche ideal para tirarte de un tren en marcha en medio de la nada. Sobra decir que dormimos mal. Así que esta mañana nos hemos levantado a las 7 de la mañana con ganas de poner punto y final a esta odisea de viaje que esperamos no volver a repetir. Hemos llegado a Mathura a las 8 y pico de la mañana y hemos dado una vuelta por esta ciudad.

mezquita india
Una de las mezquitas


Se percibe en Mathura una cierta tensión entre indios y musulmanes. La ciudad está llena de policía y de ejercito, por lo visto en el año 92 se dieron palos hasta en el carné de identidad y hubo muchos muertos. Como curiosidad decir que los policías llevan escopetas o carabinas y ametralladoras de la guerra de Argelia. Es posible que ni siquiera funcionen. La policía va siempre super bien vestida y elegante, deberían de tomar ese ejemplo para el resto de la ciudad, aquí hay polvo para parar un tren.






restaurante Mathura india
El mejor restaurante de India
En Mathura tras pasear durante más de una hora entre sus calles en busca de un sitio donde comer hemos terminado haciéndolo en un chiringuito de calle donde hemos comido un par de cosas que estaban realmente buenas. El tipo que lo llevaba era un crack, echaba salsas en bolsas de plástico, las ataba haciendo un giro por encima del brazo y calentaba sus productos sin derramar ni una sola gota de nada. Estaba todo muy bueno y muy picante. Lo primero que nos hemos comido era una especie de empanadilla rellena de verduras con una salsa de grabanzos y espinacas por encima, todo ello aderezado con un buen chorro de picante que dejaba la boca insensibilizada durante un buen rato. A partir del segundo mordisco daba igual comer aquello o chupar una zapatilla, el sabor era a picante, a muy picante. El segundo plato era una especie de hamburguesa de patata con más salsa de lo mismo que tenía el mismo resultado final. Estaba realmente bueno el tipo era de lo más soseras que nos hemos encontrado en este pais. Los 6 platos que nos hemos comido entre los tres nos ha costado 90 rupias, menos de un euro y medio. Increible.

Hoy dormiremos en el "Ahí te pudras" en el que nos hemos metido y mañana saldremos, tras ver el templo de los Hari Krisna y la casa del maestro Bactivendanta Swami Pravupada, dirección Agra. En Agra veremos una de las maravillas del planeta, el Taj Mahal. De ahí tiraremos para Orchha ese mismo día. Los indios cada día molan más y las cosas que vemos, a pesar de los pesares, nos hacen reir un montón.

AL DIA SIGUIENTE:

Seguimos con el costipado y nuetros remedios de ayurveda, no hay cambios pero es divertido. :) Pasado un dia volvemos al ciber indio a comprobar que seguimos sin acentos ni "n de espana", cono!!!! :)

Hemos llegado a Agra, la ciudad del Taj Mahal y tras un rato de malos rollos con un par de cara duras hemos dado, como siempre, con un indio INCREIBLE del que colgaremos foto manana. Los primeros nos pedian 270 rupias por acercarnos al Taj Mahal y el segundo nos ha pedido 60 rupias y nos ha dejado en un hotel barato que nos sale por 400 rupias y encima desde el roof (terraza) se ve el edificio blanco. Es ENOOOOOOOOOOORME y mola mucho.

Agra india
Felices en Agra, Pilar, Gala y David (sin bigote chungo) :) Ah! y el Taj Mahal de fondo, pero eso es lo de menos ;)


Ya es de noche y aun no hemos comido asi que por hoy ya esta bien, nos vamos a cenar a una terracita con vistas a una de las maravillas del planeta. Seguimos recibiendo mails de mucha gente todos los dias y el buen rollo que encontramos en lo que nos escribis nos hace muy felices. Gracias a todos, muchas gracias, de verdad. Decir por ultimo que Pilar sigue con nosotros, y que seguira hasta que ella quiera, es una chavala muy maja y entre los tres lo pasamos guay.

Cada dia nos enganan menos los "tuctuteros" (asi llamamos a los conductores de tuc tuc, son un poco chungos, como diria una amiga, unos aguilillas ;))

Simplemente terminar con el pronostico de actividades para manana. Saldremos del hotel a las 5 de la manana para ver amanecer en el Taj Mahal y a eso de las 10 volveremos al hotel donde hemos quedado con nuestro nuevo amigo indio que os dara un buen paseo por Agra. De aqui saldremos para Orchha y de ahi quien sabe.

Abrazos para todos. :)

Hoy nuestro constipado esta mejor que ayer. Entre eso y la polucion de las grandes ciudades echamos unos pollacos con los que podriamos ir de caza mayor. Es una guarrada pero nada comparable a las cosas que vemos por aqui, estamos repartiendo guarreria por occidente :)

No os perdais la foto del dia de hoy y alguna cosita mas que habra por ahi.

YEUP!!!!! ;)

jueves, 24 de noviembre de 2011

SALIDA DE RISHIKESH

Hoy no hay fotos, no hy mucho comentario que hacer. Salimos en una hora direccion Matura.
Matura esta a una hora al norte de Agra. Para llegar all'i hay que pasar por Deli y aunque pensabamos quedarnos por alli un par de dias al final hemos decidido que es mejor pasar de largo y no quedarnos ni un ratin. Nuestra decisi'on viene producida por el hecho de no haber oido nada positivo de Deli a nadcie que nos hemos encontrado. ademas estamos un poco cansados de las grandes ciudades y sabemos que aun nos quedan Varanasi y Calcuta. En Calcuta esperamos visitar la primera de las ONGS que tenemos pensado visitar.
Pilar sigue con nosotros y nosotros con ella. Compartiremos viaje durante unos dias mas, es buena compania (este teclado no tiene ni "n" de Espana ni acentos) y decir que llevamos con ella ya cuatro dias seguidos.
El viaje hacia Matura dura 10 horas, esta vez lo haremos en tren, toda una novedad ya que es la primera vez que nos animamos con este medio de transporte. Esperamos tener conexion para manana o pasado y contaros esta nueva experiencia en el que es el medio de transporte por excelencia en este pais. Hay que decir que en distancia de Rishikesh Matura habra unos 400 kilometros, no mas, y tardaremos medio dia en llegar. El precio de los billetes ha sido de 844 rupias. Hacer vosotros el calculo.
Hoy lo hemos dedicado a pasear y a comer en Rishikesh. Hemos estado comiendo con Idoia y Maite que han venido con unna japonesita muy maja y poco habladora.
Pues eso, manana esperamos poder contar algo mas interesante. Y volver a disponer del portatil, que esta guardado en la mochila.
Seguimos muy bien y con muchos animos, un poco constipados de tanto cambio de temperatura y tomando medicamentos de ayurveda que nos dejan super aplatanados.
Namaste!!!!!!!!!!!!! :)

martes, 22 de noviembre de 2011

RISHiKESH LA CUNA DEL GANGA



ganges pueblo
Vistas del Ganges

Rishikesh es un lugar muy especial en todos los sentidos. Aquí se juntan muchas culturas y razas. La población india se cruza con la nepalí y y los tonos de piel se tornan más dorados. Los ojos se rasgan y los comercios se multiplican. Aunque todo está rodeado de montañas y es bellísimo nos encontramos en el corte inglés del perro flauta.
Por las calles aparecen numerosos occidentales que decidieron quedarse y olvidar su nombre, turistas a patadas que vienen buscando la iluminación o unas clases de yoga y algunos más buscando la paz que las ciudades indias no te dan.





ganges puesta de sol
Puesta en el Ganges




Por aquí hay muchas cosas para hacer, cursos de cocina, montañismo, rafting, puenting, jumping y un largo etc terminado en "ing" y que supone despegar tus pies del suelo y dejar tu vida en manos de un nepalí inflado a porros con una sonrisa que no le entra en la cara. No, en serio, supongo que hay sitios serios de este tipo, la peña se lo pasa muy bien. se ven muchas personas montadas en barcas bajando el Ganges, así que debe de ir muy bien el negocio. Yo no me fío ni un pelo, esa sonrisa no es natural, lleva dopping.





Las escursiones tampoco están mal, desde largas rutas para ver glaciares de varios días de marcha a razón de 15 kilómetros al día hasta pequeñas rutas asequibles a todo aquel que lleva toda su vida pegado delante de la tele o un ordenador.

ganges camino  cascadas
Camino del Waterfall
Esta mañana nos hemos levantado a hacer una de esas. No es que las otras no estén a nuestra altura o nosotros a la suya, más bien porque son super caras y esta que hemos hecho es para los turistas de poca pasta, nosotros. Cinco kilómetros andando por carretera de montaña, sin ningún peligro. Luego pago de 30 rupias por cabeza y ascensión de unos 3 o 4 kilómetros por camino de cabras que tampoco tenía ni peligro ni dificultad. Se que es más divertido decir que tuvimos que hacer un par de tirolinas y descender un par de cañones, que nos jugamos la vida a cada rato y demás, pero sería mentira. Muy fácil y con pocos guiris, nosotros solos. La ascensión es una pasada. El camino se encuentra lleno de árboles que recuerdan mucho al norte de España y alguna especie más tropical te recuerda donde estás.


En la entrada un hombre, incrédulo de tu llegada, te hace un croquis para que no te pierdas, te dibuja una "S" en un papel y te marca un atajo, después tres cuadrados hacen de cascadas. La ascensión a pleno sol, una sudada de escándalo. Aunque la temperatura ha descendido a medida que hemos subido hacia la zona del Himalaya todavía cuando pega el sol te deja aplatanado.

ganges cascadas
La cascada
Llegamos arriba y nos dimos un baño curioso, el agua a pesar de venir de los glaciares de las montañas está relativamente buena. No cubría mucho, más bien nada, pero nos mojamos con agua del Ganges que era lo importante. Nos hicimos unas fotos y nos echamos unas risas. Hay que decir que estamos con Pilar. Una chica muy maja de Madrid, de 24 años que conocimos en Pushkar y que por cuestiones del destino nos volvimos a encontrar en el autobús de Jaipur a Rishkises. Una casualidad muy grata ya que la chavala es super simpática. Los tres subimos a las casacadas, nos bañamos y bajamos a comer-merendar en el Ganga Beach, el garito de Rishkises donde se suponen que hacen el mejor Lassi de la ciudad. Desde allí y tras una comilona disfrutamos de la puesta de sol mientras unos peregrinos indio se bañaban a escasos metros de nosotros. Estuvo genial.



ganges piscinas
Gala y Pilar en  la cascada

Por la tarde nos hemos vuelto a encontrar con Maite e Idoia con las que cenaremos luego. Es increíble, será que todos los guiris hacemos las mismas cosas pero de todas maneras es una pasada encontrarte con la misma gente en diferentes ciudades, estamos hablando de ciudades de casi dos millones de habitantes. Rishikes es muy pequeño pero tampoco es tan fácil coincidir puesto que se extiende bastante.





ganges monos
Políticos en plena campaña electoral


Ayer por la noche conocimos a dos chavales de Barcelona, Aitor y Pera, unos chavales super graciosos de 21 años cada uno. Tienen mil proyectos en la cabeza y te meas de la risa con ellos, mañana les haremos unas fotos y las colgaremos, son la caña, luego cenaremos con ellos seguramente.



ganges atardecer india
Disfrutando del atardecer en el Ganga Beach


Decir por último que recibimos muchísimos mails de amigos y familia, que los leemos todos pero por cuestiones técnicas nos es muy difícil responder a todos ellos. Hay días como hoy que disponemos de wifi muy poco tiempo. Preparamos el post y las fotos y las colgamos en una wifi pillada a lo mecagüen. Muchas gracias por todo lo que recibimos, este viaje es muy especial para nosotros y ver que tanta gente nos sigue nos llena lo suficiente como para seguir escribiendo y tirando fotos a casco porro. :)

Estamos muy bien, planeando la siguiente etapa, posiblemente dentro de tres días al norte de Agra. Ya se verá. Un abrazo a todos :)

lunes, 21 de noviembre de 2011

JAIPUR, LA CIUDAD ROSA

Jaipur rasta
El rasta del tuc tuc
Salimos de Pushkar con la pena de la tranquilidad de ese pequeño pueblo sagrado.
Pillamos un autobús destartalado para llegar a Ahmer y de allí poder salir camino a Jaipur.
A Jaipur la llaman la ciudad rosa. curiosamente es de color naranja y el rosa no aparece por ninguna parte. Es una ciudad como muchas otras, alocada, con el sonido de los tuc tuc por todos lados, los claxon y los motores de los autobuses y camiones que lo llenan todo.




Jaipur fuerte
Ambar Fort
El viaje hasta Jaipur fue relativamente bien, como siempre, con las incomodidades del autobús público. Los autobuses públicos están hechos una birria. Llenos de mierda por todos lados y llenos de gente que nos mira con descaro. Solemos sentarnos atrás, desde donde controlamos todo lo que pasa. el problema está en que atrás los baches son impresionantes y sientes como en muchas ocasiones el culo se te despega del asiento. La parte buena es que atrás no hay cajones sobre nuestras cabezas y es más difícil arrearse en uno de los baches.



Los galeones españoles del baño
Llegamos a Jaipur y nos fuimos a buscar un hotel, el que teníamos en mente resultaba demasiado caro, ya se veía venir a medida que atravesábamos la puerta. Buen olor y bien iluminado, ese no era para nosotros. cuando nos dieron el precio salimos de allí como cohetes. el conductor del tuc tuc nos llevó a uno que curiosamente conocía bien. Uno en el que seguramente no se lleva comisión. No estaba mal, la parte graciosa fue una pintura en los azulejos del baño con dos galeones españoles bandera al viento.




Ambar Fort
Por lo demás poco que destacar. Fuimos a cenar y de ahí a la cama. Por la mañana siguiente nos levantamos con intención de hacer muchas cosas, cogimos un autobús, que resultó ser una furgoneta y nos hicimos un recorrido turístico por la ciudad. Cada sitio en el que paraba era un sitio para soltar pasta. No entramos nada más que en el fuerte Ambar. Una fortificación impresionante, de momento la que más nos ha gustado y que tuvimos que ver en una hora y media. Se podía haber estado lo menos 3 horas pero al ser un recorrido organizado nos cortaron el rollo y no pudimos ver el fuerte que está justo encima. Mereció la pena.







jaipur fuerte
Ambar Fort
Decidimos irnos a hacer comida cena y ahorrarnos un paso, pero resultó que nos metimos en un garito en el que por saludar te meten 20 rupias por la cara. Comimos de vicio pero nos resultó muy caro. Como el sopapo recibido había sido de impresión volvimos andando entre calles por las que no mandarías ni a tu peor enemigo, con la salvedad de que esto es India y aquí nunca pasa nada. De camino nos encontramos en medio de una calle oscura a un enorme elefante controlado por su dueño. Este nos animó a acercarnos a tocar al bicho pero como no lo hacíamos decidió acercarse él. Nos dijo muy amablemente si queríamos subirnos y acercarnos al hotel. El taxi modelo elefante, lo que faltaba!!!. Le dijimos que no y con una sonrisa enorme en la boca nos invitó a hacerle unas fotos al bicharraco. Así lo hicimos y al despedirnos nos dijo "200 dólares", "cómo?, ni de coña tío". Gala desde atrás decía "no le des ni un duro", pero yo tenía al elefante con la trompa a escasos 20 centímetros de mi cara y el animal parecía hacer todo lo que su dueño le pedía. Así que opté por sacar un billete de 50 rupias y dárselas sin ánimo de regatear ni una sola rupia. El hombre en un principio se sintió ofendido, decía que con eso no daba de comer al elefante.


Jaipur elefante
El elefante de los c...
Claro y yo que no he querido perro en mi vida ahora voy a tener que dar de papear a un animal como ese por tirarle una foto. "Im spanish, no germany, no english, no french, spanish no rich", está clarinete, no hace falta saber mucho inglés para hacerse entender, espero que un pobre alemán pagase los 150 kilos de forraje y frutas que el paquidermo necesita para hoy. Nos fuimos de allí con la cosa de sentirnos engañados, pero es lo que hay. Este país es así, unas veces te da y otras te quita.







Jaipur pozos
Los pozos
Al día siguiente nos levantamos con ánimo de ir a ver unos pozos que están a 86 kilómetros de Jaipur. Parecía un reto difícil ya que se tarda mucho en llegar y el autobús no te deja en los pozos. Te dejan en un pueblo llamado Sirkanda, de ahí hay que coger otro bus público de segunda categoría hasta Gular y desde Gular te esperan 5 kilómetros a pie. Aunque salimos tarde lo conseguimos y los pozos merecieron la pena. Lo bueno de los pozos es que no tenían gente, que estaban vacíos y pudimos disfrutarlos tranquilamente. Bueno, decir que los 5 kilómetros los hicimos en tuc tuc y que el conductor de dicho vehículo estaba metiendo presión a lo loco para que lo viéramos en menos de ese tiempo. varias horas en llegar y verlo todo en 20 minutos, es de locos, pero mereció la pena.



Volvimos, y como disponíamos de mucho tiempo nos decidimos por ver el templo de los monos, un templo que está a varios kilómetros del centro. Para ello y tras un regateo propio de unos profesionales conseguimos rebajar el precio del viaje de 500 rupias a 200 rupias. Un tipo muy majo aceptó llevarnos. A medio camino se le estropeó el embrague y allí nos quedamos tirados, empujando el tuc tuc. Para cagarse. El hombre reparó en un mecánico callejero el problema y nos llevó al templo. Hicimos allí una Puja que nos costó 50 rupias y vimos muchos monos, sin más. Lo bueno llegó cuando al volver el hombre se giró y agradecido por no haber dicho nada por el fallo mecánico nos invitó a su casa a conocer a su familia.
La verdad es que un poco de corte si que daba pero allá que fuimos.

Jaipur chofer tuc tuc
Tenía 30 años y 5 hijos, el hombre alucinaba al ver que ninguno de los dos teníamos hijos con nuestra edad. No lo entendía. Nos presentó a toda su familia y nos invitó a un té en la azotea de su humilde casa. Sus hijos nos rodeaban y se hacían fotos con nosotros, la mujer y su hija mayor de 15 años permanecían al margen muy sonrientes. Nos devolvió a la hora a la estación de autobuses. A las 10 de la noche cogimos un autobús sleeper camino a Rishkises, o como se escriba. Ahora estamos en las faldas del Himalaya, la temperatura es genial y ya hemos mojado las manos en el Ganga, el río Ganges, el río sagrado.


Mañana subiremos a ver unas cascadas y a bañarnos si se tercia, es agua que viene de los glaciares así que está para cagarse de fría. Pero eso será otro Post.

Decir que en el autobús nos hemos encontrado con una chica española de Madrid que conocimos en Pushkar, casualidad? quien sabe, en India todo es posible. ;)

sábado, 19 de noviembre de 2011

CON OSKY POR PUSHKAR

Pushkar ha sido un remanso de paz. Muchísimos extranjeros. Menos que otros años por lo que decían los comerciantes que siempre se quejan por todo. Por lo visto aquí también ha llegado la crisis, viven de los turistas que este año no terminan de llegar. Nos hemos encontrado con españoles, franceses, ingleses y japoneses en mayor medida. De entre toda esta gente destacar una persona que nos ha dejado un gran recuerdo de nuestra estancia en esta ciudad. Su nombre es Oski, un chaval nacido en Santander que vive desde hace mucho años en un pueblo a las afueras de Sevilla. Trabaja comprando y vendiendo ropa de estilo indio por España. La compra en India y se la lleva para allá. Un tio muy majo y muy agradable con el que hemos compartido largas noches de charleta en Pushkar. El último día nos despedimos de él con un fuerte abrazo y el deseo de volver a vernos en un futuro no muy lejano. Antes de irse nos dio este papel. Merece la pena leerlo. Son las 4 leyes espirituales y se pueden aplicar a todo el mundo.  Hasta pronto Oski. ;)

jueves, 17 de noviembre de 2011

DE INDIOS Y DE INDIA

Obra en Udaipur
Obra en Udaipur,
las condiciones de
trabajo son inmejorables
Los minutos pasan lentos en Pushkar, nos dejamos llevar sin estar pendientes del reloj. Comemos cuando llega el hambre y dormimos cuando la charla con el resto de viajeros termina. No hay prisa, templos, calles, lagos, casas y museos pueden esperar.


En las largas charlas nocturnas nos reímos mucho, comentamos las cosas que vemos, aquellos momentos vividos con los indios que cada vez que vuelven a nuestra mente nos hacen reír sin parar. Si reír te alarga la vida India te da eso y mucho más.






Anjs y su amigo
Anjs y su amigo
Ahora sentados en una terraza (roof) de un restaurante por debajo nuestro pasa lo que en España sería una "charanga". Aunque diferente. Aquí se compone de un super amplificador al que por supuesto se le da la máxima potencia. Sobre el carro que lleva los bafles un hombre con un organillo tipo PT 1 da rienda suelta a su creatividad, los demás acompañantes que le siguen terminan de meter bulla a base de matracas, trompetas y más arte que supura por sus poros. Sus trajes grises llenos de polvo hacen de esta charanga las delicias de los coches que los siguen que a modo de acompañamiento tocan sus claxon con la cara totalmente relajada, sin iras ni gritos. La charanga pasa y su sonido se va perdiendo entre las calles (ver video). Todo va quedando en calma. Es temporada de bodas y se pueden tirar hasta muy tarde con cánticos casi mantras que repiten hasta la saciedad.

Ha de quedar muy claro el tema del volumen, es "a lo mecagüen!", sobrepasando la distorsión y el sonido de verbena chunga.

Aqui se va mas fresquito
Aquí se va más fresquito
Los indios son gente muy peculiar. Caminas por la calle y te miran, te clavan la mirada sin compasión, esperando o no, cruzar su mirada con la tuya. Los miras a los ojos y les haces una pequeña reverencia con la cabeza, responden de la misma manera, los sonríes y se mean de la risa. Se les ilumina la cara y te devuelven la mejor de sus sonrisas, la de la felicidad plena.

Los niños de la calle, a pesar de sus penurias, de vivir recogiendo basura, de vivir de la mendicidad siguen siendo niños. Te miran, te piden con el gesto de llevar comida a la boca, te vuelven a pedir, otra vez, y otra, y así un montón de veces, hasta que algo en ti les llama más la atención que el hambre que pasan y se acercan y te observan y cuando cruzas una sonrisa se convierten otra vez en los niños que son. Cantan ríen y muestran su felicidad, su aceptación de aquello que les ha tocado vivir, son felices porque no desean nada más de lo que tienen.
El sistema de castas de la India es muy complejo, en lo más alto se encuentran los bramanes, luego los militares, los comerciantes y así hasta llegar a los oficios.

calles de Udaipur
Calles de Udaipur
También hay subcastas que están por debajo de todo esto, se dice que hay más de 20000 subcastas. Ellos creen que la vida que les ha tocado vivir es lo que se merecen tras el resultado de sus vidas pasadas, por eso respetan a todas aquellas castas que se sitúan por encima de ellos. Esas castas superiores han sido mejores en otras vidas, de ahí que en la vida actual disfruten de todas esas buenas cosas que tienen. Cada uno, de esta manera, es el único responsable de aquello que posee y asume que más tarde o más temprano conseguirá llegar a una reencarnación ideal, dependerá de lo que haga en la vida que viva en cada momento.


Todo esto suena muy idílico pero en realidad no lo es, digamos que no lo es tanto. Al final esta forma de pensar supone la aceptación de las masas, clases más bajas, de una vida que en definitiva es una auténtica mierda. Vida entre ratas, viviendo entre cartones y respirando el hedor nauseabundo de la basura macerando al sol. Nadie se merece semejante cosa, por muy malo que haya sido en otra vida. Aquí hay sitios en los que hay que pasar en apnea. Es como si el mismo aire dentro de nuestros pulmones empezara un proceso de putrefacción al unísono con el ambiente.


rezando por tus rupias
Rezando por tus rupias
Además, dentro de este sistema de castas existen también los grupos religiosos, hay de todo, los más numerosos los Hindúes seguidos por los musulmanes. También hay comunidades cristianas, son minoritarias, pero las hay. Están también los Sijs, así como un numeroso grupo de gitanos que parecen sacados de cualquier barrio de España. Con más color en sus ropas y más pendientes. Tratan de venderte lo que sea en cuestión de minutos, o te pintan un dibujo de Hena en la mano en cero coma para pedirte la friolera de 300 rupias para comprar chapati (pan indio), un pan que se compra por poco más de 8 rupias la unidad. Entendemos que es un chapati relleno de chorizo de Salamanca.
Por la calle pululan numerosos personajes de lo más variopinto. Desde guiris que un día llegaron y jamás regresaron a sus casas. Algunos de ellos olvidaron sus nombres hace muchos años, sus rastas reflejan el paso del tiempo y su mugre en los pies que nada les importa.


Los vendedores son gente muy particular, en a penas 3 segundos, tiempo que tardas en pasar por delante de ellos caminando tranquilo, son capaces de hacerte un repaso de todos y cada uno de los artículos que tienen a la venta. Terminan con un "barato" a lo que respondes con un "I know!", "welcome", fin de la conversación. Eso una y otra vez.


Currelas en la calle
Que nadie piense que aquí todo es maravilloso, nada más alejado de la realidad. Se ven tragedias en cada esquina, personas afectadas de polio, niños abandonados, mujeres y hombres que viven en el suelo de la calle más mugrienta. Aquí los niños se llevan las manos a la boca, te piden comida, no piden dinero, bueno, también, pero como saben que no se lo vas a dar terminan echando la mano a la boca. Darles dinero es un error enorme, los condenas de por vida a la mendicidad. Darles comida también, pero resulta más humano si cabe. Que coman, al menos que coman.
Las ropas de la gente de la calle poseen una acumulación de suciedad que uno no se imagina si no lo ha visto antes. No es una cuestión de tirarse por el suelo, el simple hecho de caminar por la calle hace que toda la contaminación que hay en el ambiente se te pegue a la ropa, el polvo del suelo y los humos de la quema de basuras en cualquier esquina.

Las calles están parcheadas, creemos que así las hicieron desde el principio, que nunca estuvieron bien. Es como si cada vez que alguien construyera algo viniera detrás una cuadrilla con mazos y palos para dejar las cosas acordes al paisaje, todo está roto, todo baila, todo se desprende y desmorona.


tanque, mejor de monumento
Mejor de monumento
Ellos nos ven a los occidentales como un poco guarros, ellos son muy limpios, se están aseando en todas partes y lo normal es que sus ropas estén limpias y relucientes. En los Guest house (hostales) muchos wateres son occidentales, ellos opinan que somos unos cochinos por sentarnos ahí para hacer nuestras necesidades y lo seríamos si nos sentáramos porque aquí no los limpia nadie, eso es algo impuro para ellos. Normal que piensen que somos unos cerdos. Así que se agradece cuando en un hotel te encuentras con un baño turco, con un cagódromo de ponerse en cuclillas. Esos suelen estar limpios, no porque los limpien sino porque cuando los usan tiran un cubo de agua en su interior que se lleva todos los restos que como escaladores se adieren a las paredes :)

Aquí los indios no usan papel de water, usan la mano izquierda. Para comer solo usan la mano derecha ya que la otra es impura y sucia. Lo cojonudo es que algunas veces te dan esa mano para saludarte y te imaginas donde ha estado en su primera hora de la mañana. Si, en su culo!!.

Algunas personas que viven en la calle tienen una costra enorme en dicha zona, da una cosilla... y piensas "que por favor no me de esa mano" y si te la echa gritas hacia adentro "Noooooooooooooo", pero suele ser un si. Así que en realidad lo que es impuro es la mano izquierda del otro, la de ellos por mucha mierda que tenga no deja de ser su mano y su mierda.

El chico del Ghat con mis gafas
Hoy caminaremos por Pushkar, veremos anochecer como ayer junto al lago, en los Ghats, descalzos, con los murciélagos revoloteando por encima de nuestras cabezas, con los peces en hora punta en el agua, viendo como el sol se esconde entre las dos pequeñas colinas que hay aquí. Iremos al templo de Brahma y regatearemos con los vendedores por un paquete de tabaco o por un bote de pasta de dientes caducado hace más de un año.

Caminar y dejarse llevar, observar, reir y disfrutar de este momento. Son ya 16 días en India, 18 que salimos de casa, el tiempo pasa lento, al ritmo de aquí, pero cuando te quieres dar cuenta ya son dos las semanas en este país.
Mañana saldremos hacia Jaipur, después seguiremos hacia el norte, evitando Dehli.

Por cierto, aquí, en las bodas no tocan "Paquito Chocolatero" y decir que se  nos había olvidado comentar que ayer nos encontramos con un chico que estuvo en la boda, un chico indio, nos dijo que mientras estábamos en el autobús esperando durante cuatro horas en la boda hubo una batalla campal entre los invitados. Es posible que nos llevaran allí porque imaginaban que algo pudiera ocurrir.

En fin, "This is India". :)

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